¡Cielos, lloved vuestra justicia!
Cielos, lloved vuestra justicia!
¡Ábrete, tierra!
¡Haz germinar al Salvador!
Oh Señor, Pastor de la casa de Israel,
que conduces a tu pueblo,
ven a rescatarnos por el poder de tu brazo.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!
Oh Sabiduría, salida de la boca del Padre,
anunciada por profetas,
ven a enseñarnos el camino de la salvación.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!
Hijo de David,
estandarte de los pueblos y los reyes,
a quien clama el mundo entero,
ven a libertarnos, Señor, no tardes ya.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!
Llave de David y Cetro de la casa de Israel,
tú que reinas sobre el mundo,
ven a libertar a los que en tinieblas te esperan.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!
Oh Sol naciente,
esplendor de la luz eterna
y sol de justicia,
ven a iluminar a los que yacen en sombras de muerte.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!
Rey de las naciones y Piedra angular de la Iglesia,
tú que unes a los pueblos,
ven a libertar a los hombres que has creado.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!
Oh Emmanuel,
nuestro rey, salvador de las naciones,
esperanza de los pueblos,
ven a libertarnos, Señor, no tardes ya.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!
2) ACTO DE CONTRICIÓN (Como el día primero)
3) ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS (Como el día primero)
4) EVANGELIO Y REFLEXIÓN
Del santo evangelio según San Mateo. Mt 2.1-12
Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: « ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle.» En oyéndolo, el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén. Convocó a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, y por ellos se estuvo informando del lugar donde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: « En Belén de Judea, porque así está escrito por medio del profeta: 6 Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres, no, la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel. »
Entonces Herodes llamó aparte a los magos y por sus datos precisó el tiempo de la aparición de la estrella. Después, enviándolos a Belén, les dijo: « Id e indagad cuidadosamente sobre ese niño; y cuando le encontréis, comunicádmelo, para ir también yo a adorarle.» Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra. Y, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino.
Palabra del Señor. R/Gloria a Ti, Señor Jesús.
El Catecismo enseña:
La Epifanía es la manifestación de Jesús como Mesías de Israel, Hijo de Dios y Salvador del mundo. Con el bautismo de Jesús en el Jordán y las bodas de Caná, la Epifanía celebra la adoración de Jesús por unos "magos" venidos de Oriente. En estos "magos", representantes de religiones paganas de pueblos vecinos, el Evangelio ve las primicias de las naciones que acogen, por la Encarnación, la Buena Nueva de la salvación. La llegada de los magos a Jerusalén para "rendir homenaje al rey de los judíos" muestra que buscan en Israel, a la luz mesiánica de la estrella de David, al que será el rey de las naciones. Su venida significa que los gentiles no pueden descubrir a Jesús y adorarle como Hijo de Dios y Salvador del mundo sino volviéndose hacia los judíos y recibiendo de ellos su promesa mesiánica tal como está contenida en el Antiguo Testamento. La Epifanía manifiesta que "la multitud de los gentiles entra en la familia de los patriarcas" y adquiere "la dignidad del pueblo elegido de Israel" (Cat Nº 528).
5) CREDO DE LOS APÓSTOLES (Como el día primero)
6) NOVENA DE LA CONFIANZA (Como el día primero)
7) PADRE NUESTRO
8) CANTICO (Como el día primero)
9) CUENTO DE NAVIDAD
EL BUEY
¿Quién habrá dado a esos el derecho a invadir mi casa? Es la primera vez que los veo. Esa joven no es la mujer del guardián, y ese viejo no es el boyero. Y, sin embargo, están haciendo de dueños y hasta han ocupado el pesebre destinado a mi heno. ¿Qué señorío es este?
¿Qué habrán puesto dentro del pesebre?
¡Vaya! Ahora lo veo. Es un hijo de mujer, ¡un hombre apenas nacido! Pero ¡qué diferente es de todos los demás! En mi vida he visto una criatura parecida. No llora, como hacen los niños, no duerme, no gime, no grita. Tiene los ojos abiertos, grandes, serenos como el cielo de abril. No parece un niño de verdad, sino una aparición, un pequeño Dios que por equivocación ha ido a parar en medio de la hierba seca...
Nunca me había dado cuenta de lo oscuro y sucio que es este establo. Me avergüenzo de no tener un sitio más bello, más digno de él. Descubro las telas de araña que antes no había visto; las maderas carcomidas; las losas del suelo todas húmedas, todas negras.
¿Cómo es posible que un ser tan milagroso haya escogido esta mugrienta cabaña para venir al mundo?
De él emana un resplandor caliente, una luminiscencia amorosa que atraviesa todas las cosas y hace bien al corazón. Los hombres no son así ni cuando nacen. Los hombres son duros, burdos, crueles, tristes...
Ahora sonríe y parece que quisiera hablar. Se ha dado cuenta de que lo miro y parece darme las gracias. No tiene miedo de mí. Casi diría que me quiere y que me quisiera consolar. En ninguna mirada humana he descubierto nunca una expresión igual.
Ya soy viejo y he trabajado durante tantos años que mis pobres huesos están cansados. Pero por él haría gustoso cualquier cosa: llevar a cuestas una montaña, arar todos los campos de Judea.
¿Qué podría hacer por él? ¿De qué manera demostrarle mi reconocimiento? ¿Calentarlo con mi aliento? Pero ¿seré digno yo, animal de yugo, de acercarme a ese cuerpecillo que reluce?
10) ORACIÓN AL NIÑO JESÚS (Como el día primero).
.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario