miércoles, 25 de noviembre de 2009

PRIMER DOMINGO

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo Amén.

1) HIMNO:
Mirad las estrellas fulgentes brillar
Mirad las estrellas fulgentes brillar,
sus luces anuncian que Dios ahí está,
la noche en silencio, la noche en su paz,
murmura esperanzas cumpliéndose ya.

Los ángeles santos, que vienen y van,
preparan caminos por donde vendrá
el Hijo del Padre, el Verbo eternal,
al mundo del hombre en carne mortal.

Abrid vuestras puertas, ciudades de paz,
que el Rey de la gloria ya pronto vendrá;
abrid corazones, hermanos, cantad
que vuestra esperanza cumplida será.

Los justos sabían que el hambre de Dios
vendría a colmarla el Dios del Amor,
su Vida es su vida, su Amor es su amor
serían un día su gracia y su don.

Ven pronto, Mesías, ven pronto, Señor,
los hombres hermanos esperan tu voz,
tu luz, tu mirada, tu vida, tu amor.

Ven pronto, Mesías, sé Dios Salvador. Amén.

2) ACTO DE CONTRICIÓN

Jesús, mi señor y redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y confío en que por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas, y me has de llevar a la vida eterna. Amén.

3) ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Dios Padre Nuestro, en tu infinito amor con el ser humano, desde la eternidad pensaste en cada uno de nosotros (as), por ese amor, creaste a la pareja humana a tu imagen y semejanza y la colocaste al frente de tu creación.
El ser humano por su orgullo se rebeló contra ese amor, pero, Tú no lo abandonaste a su desamor, pero ello, comenzaste una preparación reiterando tu misericordia, tu perdón y tu fidelidad prometiéndole un Salvador.
En cumplimiento de tu Palabra eterna de amor enviaste a tu Hijo quien se encarnó, se hizo uno de nosotros manifestándose al mundo en la fragilidad y ternura de un niño en el misterio de su infancia, por ello, los grandes hombres y mujeres de fe como san Francisco de Asís, San Antonio de Padua, Santa Teresita del Niño Jesús y otros han invitado a la humanidad a contemplar los grandes misterios de su infancia.
Por estos santos misterios de amor durante estos domingos (días) vengo hasta tu templo con mucha fe y esperanza de que si es para mi bien físico y espiritual me concederás la gracia que humildemente te pido.
Que la fuerza de tu Santo Espíritu me haga descubrir la grandeza de los misterios de la encarnación y de la infancia de Jesús y me ayude a corresponder generosamente a este don divino.
Que María Santísima y San José me acompañen y me guíen a este encuentro contigo y me ayuden en mi camino de conversión. Amén.

4) EVANGELIO Y REFLEXIÓN

Del santo evangelio según San Mateo Mt 1.18-25

La generación de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto. Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: « José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. »

Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta: Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: «Dios con nosotros.» Despertado José del sueño, hizo como el Ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer. Y no la conocía hasta que ella dio a luz un hijo, y le puso por nombre Jesús.

Palabra del Señor. R/Gloria a Ti Señor Jesús.

REFLEXIÓN:

Para entender este texto se debe tener en cuenta que la comunidad a la que se dirige el evangelio según San Mateo es un grupo de creyentes judeocristianos, lo que quiere decir que son los judíos que han reconocido en Jesús de Nazareth al Mesías, al Hijo de Dios. En esta cultura, de los paisanos de Jesús, es muy importante socialmente hablando la figura masculina, por esta circunstancia el enviado de Dios no habla directamente con María Santísima sino con José. Tengamos en cuenta las afirmaciones más importantes que hace el Evangelio, lo que hay en María es obra del Espíritu Santo. Este hecho se ha sucedido para dar cumplimiento a una de las profecías del Antiguo Testamento.

También veamos que la profecía habla del Emmanuel y que este nombre significa Dios con nosotros: un Dios tan bueno, tan misericordioso que se ha agachado para levantar al hombre caído en su pecado, en su orgullo, en su querer ser como Dios lo que lo llevó a alejarse de la casa de Dios.

Es bueno que nos demos cuenta que el texto señala que el Ángel del Señor se le apareció a José en una situación de sueño, dando a entender que para el encuentro con Dios el hombre debe ser disponible: en primer lugar para la escucha, el que está dormido no opone resistencia, no contradice, por ello, no se refiere a un sueño o a una visión sino a mostrar que José era obediente a la Palabra de Dios; en segundo lugar, el que escucha la Palabra de Dios debe ser disponible para ponerla por obra. Por eso José una vez que se despierta del sueño pone por obra lo que el Señor le ha manifestado a través de su mensajero.

La enseñanza de este día, es pues, estar dispuesto (a) a escuchar la voluntad de Dios y a ponerla por obra. Para diferenciarnos de Adán que desobedeció al mandato de Dios. La actitud de agradecimiento por el misterio de la salvación ofrecida en Cristo Jesús.

5) CREDO DE LOS APÓSTOLES

Con mucha devoción profesemos nuestra fe:

Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de la Virgen María. Padeció bajo el poder de Poncio Pilatos. Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos. Al tercer día resucitó de entre los muertos. Subió a los cielos, y está sentado a la diestra de Dios Padre. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos, y la vida eterna. Amén

6) NOVENA DE LA CONFIANZA

Niño amable de mi vida
consuelo de los cristianos
la gracia que necesito
pongo en tus benditas manos.

R/ DIVINO NIÑO JESÚS DE LAS POTENCIAS BENDECIDNOS.

Tú que sabes mis pesares
pues todos te los confío
da la paz a los turbados
y alivio al corazón mío.

R/ DIVINO NIÑO JESÚS DE LAS POTENCIAS BENDECIDNOS.

Y aunque tu amor no merezco
no recurriré a ti en vano
pues eres hijo de Dios
y auxilio de los cristianos

R/ DIVINO NIÑO JESÚS DE LAS POTENCIAS BENDECIDNOS.

Acuérdate oh Niño Santo
que jamás se oyó decir
que alguno te haya implorado
sin tu auxilio recibir.

Por eso con fe y confianza
humilde y arrepentido
lleno de amor y esperanza
este favor yo te pido:

R/ DIVINO NIÑO JESÚS DE LAS POTENCIAS BENDECIDNOS.

7) PADRE NUESTRO

Con la confianza de hijos dirijámonos nuestro Padre del cielo con la oración que Jesús nos enseñó:

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

8) CÁNTICO

Si su oración es en la mañana realice el Cántico de Zacarías.

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Si su oración es en la tarde o en la noche realice el Cántico de María Santísima.

Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí. Su nombre es Santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón. Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. A los hambrientos los colma de bienes y a los ricos despide vacíos.
Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su santa alianza según lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

9) CUENTO DE NAVIDAD:

REPORTAJE AL HERMANO BUEY

Como todos saben, cuenta la tradición que en el pesebre donde nace el Niño Jesús, además del asno también estuvo un buey. Mi abuelo refería que tenía la misión de calentar al niño con su resopletear en la fría noche de Belén. Por eso vamos a entrevistar al viejo buey del pesebre.
¿Por qué cree que le tocó ser testigo del nacimiento del Niño Dios? -Le pregunté inicialmente- Y el me respondió: “bueno en primer lugar, porque ninguna familia quiso acogerlos y nuestra cueva no era confortable pero estaba abierta al que llegara. También porque, en la vida me ha tocado duro, se lo que es el trabajo fuerte bajo el pesado yugo y el látigo de mi dueño en las tareas de arar la tierra y de arrastrar grandes cargas, por eso, los seres humanos me han identificado como el símbolo del trabajo fuerte; tal vez por eso en el alfabeto hebreo soy representado con la primera letra que se llama alef. Son los regalos de Dios que me han concedido esta gracia.”
¿Cómo fue esa experiencia? –Insistí- “Al principio preocupante porque José y María venían de un viaje tan largo y agotador caminando por colinas, valles y desiertos, no es una cosa fácil y sólo por cumplir el capricho de un emperador que quería contar a los seres humanos en el Imperio Romano; y el hecho de no tener un sitio donde descansar cómodamente con agua para beber y bañarse era algo increíble hasta yo que soy un animal, mi amo me da de comer y beber para que pueda trabajar. Luego el alumbramiento que fue una cosa maravillosa: ¡ver como nuestra cueva se habría al hombre y al cielo!.”
Porqué al hombre y al cielo?-Volví a preguntar- “Al hombre porque comenzó a llegar todo tipo de personas, primero, los humildes pastores de la comarca que avisados por el ángel se enteraron del suceso y luego los sabios de oriente que no eran cualesquiera eran gente importante. Y lo del cielo porque eso es indescriptible tienes que vivirlo, ¡hasta envidia sentí de los humanos!
Y eso, ¿por qué? –Interrogué nuevamente-: “Yo no podré ir al cielo a escuchar esos cantos tan bellos que muchos, muchos años serían un segundo de mi vida.”
Hermano Buey, ¿Qué les dirías a los hombres y mujeres de hoy? “Ah, que si ellos tuvieran la alegría de asomarse al cielo como lo pude hacer yo en aquella famosa noche de Navidad, no se comportarían con tantas envidias, peleas y guerras; que compartirían más y sobre todo que amarían lo suficiente para ser de verdad la imagen de Dios en la tierra. Por eso lo importante en estas fiestas es recordar el amor de Dios, que fue el motivo de toda esta experiencia que los creyentes debieran celebrar y comunicar para que todos vengan a visitar al Niño Dios y se comprometan a seguir su enseñanza.”
Muchas gracias Hermano Buey, le dije y así terminó este encuentro.

(Autor: Segundo Jorge Rodríguez)

10) ORACION AL NIÑO JESÚS

¡Oh Divino Niño a ti recurro!
Te ruego por tu Santísima Madre que me asistas en esta necesidad.
Porque creo firmemente que tu Divinidad puede socorrerme y espero
con confianza y fe obtener tu Santa Gracia y te amo con todo mi corazón
y con todas las fuerzas de mi alma.
Me arrepiento sinceramente de mis culpas y te suplico me asistas en esta
necesidad y concédeme la gracia de poseerte eternamente con María y José
y la de adorarte con los santos en el cielo. Amén.

(Adaptación Segundo Jorge Rodríguez)








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